miércoles, 28 de septiembre de 2011

Eva Como Símbolo de Cristo


Desde el principio Eva ha compartido con Adán similares atributos y privilegios. Ella fue creada en igualdad de condiciones con Adán. Especialmente para los Santos de los Últimos Días ella es un personaje muy valorable en la historia sagrada, ya que dio el primer paso para avanzar en el Plan de Dios introduciendo la Caída, que provocaría la venida del Salvador.
Eva posee un nombre que significa vida, y Jesús es vida. El nombre de Eva indica que ella es quien trae y da vida física a toda su posteridad, “Y Adán llamó Eva a su mujer, por cuanto ella fue la madre de todos los vivientes” (Moisés 4:26). Pero sus dones de dar vida no están limitados sólo al asunto biológico. Dentro de la maldición de Dios sobre la serpiente Él declaró que la simiente de la mujer tendría el poder de herirle la cabeza (Moisés 4:21), y esta simiente que se hace referencia en tercera persona del singular y masculino, es nada menos que Jesucristo. (Romanos 16:20; Hebreos 2:14), quien derrotará finalmente a Satanás y a la muerte. La descendencia de Eva siendo vida traería a Jesús la Vida proveyendo de vida espiritual e inmortalidad.
Eva es nombrada como ayuda para Adán, y Cristo es ayuda para la humanidad. En las escrituras sólo dos individuos son relacionados o identificados como ayuda, ellos son Eva y Jesús. A Eva se le nombra de esta forma dos veces y a Cristo dieciséis veces tanto explícitamente e implícitamente.
En Éxodo 18:4 el Señor es llamado como ayuda: ”y el otro se llamaba Eliezer, porque dijo: El Dios de mi padre me ayudó y me libró de la espada de Faraón”. Eliezer significa “Dios de ayuda”. Dios es una ayuda a Moisés para preservar su vida de sus enemigos.
También en Deuteronomio 33:26-29 Moisés bendice a las tribus y relaciona al Señor con la ayuda para el pueblo. Esto es similar a Salmos 33:18-20 donde se describe muy poéticamente al Señor cómo fuente confiable de ayuda en los momentos difíciles. También en Salmos 121 que utiliza la palabra socorro pero la palabra hebrea es ‘ezer que significa ayuda. Oseas 13:9-10, 14 habla del Señor y sus poderes para ayudar a Israel, aun de la muerte.
Eva como dadora de vida y como ayuda idónea es un símbolo del Salvador quien nos da Vida abundante y nos entrega Su valiosa ayuda en momentos de necesidad. Eva no era más subordinada a Adán de los que Cristo lo es de quienes él ayuda.
Roberto

jueves, 22 de septiembre de 2011

¿Nadie sabe ni sabrá realmente el día y la hora de la Segunda Venida?

Debo admitir que me he concentrado en el Libro de Moisés y en el de Abraham, y debo poner más empeño en postear sobre JS-Mateo y JS-Historia y también algo de los Artículos de Fe.
JS-Mateo despierta siempre nuestro interés por hablarnos de señales y de la segunda venida, un evento que esperamos vivir, donde se produzca un cambio favorable para la humanidad y gocemos de las bendiciones prometidas para la era milenaria.
En el versículo 40 nos dice Cristo “Pero de aquel día y hora, nadie sabe; no, ni los ángeles de Dios en el cielo, sino mi Padre únicamente. “ Muchos entiende por esto que nadie sabrá cuando el Señor venga, que el día y la hora sólo la sabe Dios y Jesús (ahora que está resucitado y a la diestra del Padre), pero esta frase no es una profecía, no dice que nadie la sabrá, sino que “nadie sabe”,  esto lo dijo hacer cerca de 2 mil años, y no era necesario que alguien supiera los detalles de esta venida.
En el Libro de Andrew Ehat y Lyndon Cook llamado Words of Joseph Smith, en las páginas 180-181 José dice “¿Dijo esto Cristo como un cuadro general para todas las generaciones? Oh, no, él habló en tiempo presente. Ningún hombre que estaba entonces viviendo en el estrado de los pies de Dios conocía el día ni la hora. ¿Pero él dijo que ningún hombre en ninguna generación conocería el día y la hora? No, porque sería una contradicción con las escrituras, porque el profeta dice que “no hará nada Jehová el Señor sin que revele su secreto a sus siervos los profetas” (Amos 3:7). Consecuentemente, si no lo da a conocer a los profetas, no sucederá”
La enseñanza que nos dejan las escrituras y José Smith es poner toda nuestra atención a lo que brota de las bocas de los Profetas del Señor.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Egyptus y Aegipta



Heráclides fue un filósofo y astrónomo griego, el cual sostenía algunos datos sobre la fundación de Egipto muy similar a la que encontramos en el Libro de Abraham 1:23 “La tierra de Egipto fue descubierta primeramente por una mujer”…   Heráclides dijo “Fue primero una mujer llamada Aegipta quien estableció a su hijo e introdujo el telar. Debido a ella, los egipcios levantaron una imagen de Atenea” (Heráclides, Etymologicum Magnum 352, 50-51).

En el versículo 25 de Abraham 1 se concoce que el nombre de esta mujer era Egyptus, como el de su madre, un nombre muy similar al citado por Heráclides como Aegipta.
Considero que es muy valiosa esta cercanía entre estas dos declaraciones sobre la fundación de Egipto. Son muy similares, y es interesante conocer que hay referencias a esta forma de inicio del pueblo egipcio.

martes, 6 de septiembre de 2011

Figura 2 Facsímil 3

Esta figura es descrita como “el rey Faraón”. Casi no hay discusión que esta figura es Isis, la diosa esposa de Osiris acompañándole en el trono. Como vimos anteriormente, llama la atención que al ser una figura evidentemente femenina sea interpretada como el rey Faraón, sin embargo hay que considerar que existen variadas viñetas y papiros en los que se observa el principio de adquisición o personificación. 

Este principio lo vemos en ceremonias de coronación donde un sacerdote que personifica a la deidad Maat se viste como Horus. Al momento de la coronación del Príncipe se convierte en Horus,  y asciende al trono como rey, y para llegar a tener los atributos de Maat se viste completamente como la divinidad que está representando (Hugh Nibley, Abraham in Egypt, p. 131, 132). Este facsímil puede ser muy bien una escena donde se aplique el principio de adquisición, o investidura de poder, por personificación. En las propias escrituras canónicas encontramos algo similar cuando Jesucristo o ángeles hablan como si fuesen Dios el Padre, utilizando la investidura divina de autoridad (Moisés 1:6, 32; D y C 29:46) .

Aunque la personificación en esta escena implica cambio de género, no implica ningún problema para las ceremonias, mitos y ritos egipcios. Está el ejemplo de Ptah, que no sólo es el padre de los dioses, sino también es la madre de los dioses.

Ver: Los Facsímiles del Libro de Abraham, figura por figura,  Roberto Vinett
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